viernes, junio 04, 2010

Gardenia

"Rojo cielo, con tus deliciosos momentos de vacilación, ahora derrotas mi barrera, y sólo permanece ahí el indicio de que vivo: Sangre que rueda cuesta abajo desde mi agotado rostro. No podría jurar mi existencia, una permanencia en este mundo de repulsivos seres que se destruyen entre ellos con dulces palabras ficticias, si no mirara mi piel teñirse de carmín.

Me he dado cuenta de mi debilidad, de mi poca voluntad. Todo gracias a ti. Y por el contrario, no te estoy reprochando una herida, realmente me complace el que hayas logrado que derrumbara ese muro putrefacto de falacias putrefactas que me obligó a crear una putrefacta vida en torno a putrefactos entes que me rondaban

Pues bien. Aquí estoy. Mirándote beber mi sangre. La arrebatas de mi inerte cuerpo desvalido, abandonado, pero, ¿qué puedo realmente hacer? Intercambias ambas esencias: sangre y agua. Mi vitalidad es robada y suplantada con un líquido embustero que aparentará llenarme, pero jamás me hará vivir.

No soy tu amante, y no lo pretendo, colmo mio. Soy como la doncella encerrada en la torre que no conoce del mundo, la doncella que no quiere conocer, que al despertar en otoño, escuchó el cántico donoso del violín y salió en busca de su origen, encontrándose con la fuente de su serenidad. A partir de ese momento no podrá huir y no querrá hacerlo. Conoce demasiado, la ha hecho conocer. Pues bien, tú eres mi violín, mi cántico sombrío capaz de embelesarme, y no me dejarás ir jamás, porque te place el tenerme a tu lado, pero no te place cuando huyo de tu seducción y me alejo, es entonces cuando dejas de tocar y en mi cordura no hay espacio para pensar en algo que no sea el sonido que propagas.

Entonces, ¿qué esperas? Arrebata de mis labios los suspiros de hambriento dolor, tantea con tu frío tacto mi piel, rasga mi mente al punto en que crea que moriré desangrada, bebe mi sangre con tu gentil elegancia.

Rompe con esta indiferencia antes de que alguien mueva mis hilos y pierda mi voluntad. Siento estallar las venas en mi cuerpo, apresúrate."