Ojalá pudiera decir que mi miedo es el pretexto perfecto para errar, pero no. Fue mi credulidad basada en la idea de un cambio, pero desde el inicio, fui la única cegada en mi mentira, nadie más la creía.
Lo gracioso es que al final me quedé con mi engaño roto y sin nadie ahí. No sé a quién culpar. ¿Fui yo o fueron ellos los que se alejaron? ¿Acaso fuiste tú quien los corrió? Ahora, ¿qué importa? Ya me siento quebrada, ya violaste cualquier armadura que tuviera. Vi caer a pedazos mi coraza en manos de todos aquellos que intentaron hacerme sentir mejor, pero que no supieron cual era la mejor forma.
"Intentar seguir", ese es el consejo que todos dan pero, ¿cómo sigues si cuando avanzas te empujan por los hombros paa que vuelvas a aquel mundo que dejaste atrás?
Justo ahora no tengo la respuesta.
Será debilidad o estupidez, pero al final, una vez más, quisiera que aquel miedo, que me envuelve de nuevo, fuera una justificación para equivocarme. Lo peor del caso, es que ahora, con alguien más a mi lado, que sostiene mi mano cada vez que alguien me quiere hacer caer, estoy dudando. ¡Oh, dócil brote que nace en mi! ¿Cuando será el día en que te deje fluir a tu destino? Si bien mis sentimientos están heridos y una trivialidad puede hacerme dudar de mi, ¿cómo derrotar mi egoismo?
Esta vez no mentiré: Quisiera que te hubieras quedado a mi lado, que me hubieras abrazado, que me dieras la razón, que, si bien no pude antes obligarte a no haber sido de alguien más, pudiera evitar recordarlo, pero sé que eso no será así. No debo ser egoista contigo.
Es terrible lo que pasa en este universo: Todo se nubla. Nada de aquello que pueden alcanzar a encontrar hermoso, luce en mi vida. Como dije, "todo se nubla".
