Lluvia

‎"Oigo llover hora tras hora. En el Zócalo lo que más hago es ver caer la lluvia. En el Zócalo el agua nunca deja de caer." --Elena Poniatowska

Yo tenía 14 años en el 2006. Estaba en tercero de secundaria y día con día, antes de entrar a la escuela compraba un periodico de los Vasquez Raña y la Jornada, escuchaba a Aristegui y a Rocha en mi celular, a Saldaña, asistí a las conferencias del PAN y de AMLO, todo eso, por voluntad propia y sin un impulso o alguien que me dijera que lo hiciera.

Sin duda alguna, tras haber visto la suciedad que es el PRIAN, me volví una ferviente seguidora de AMLO. 

A mis 14 años gustaba de informarme. Nunca dejé que nadie manipulara mis ideas, no soy una acarreada, como dicen, y mucho menos soy una persona que cree solamente lo que Salinas Pliego o Azcarraga dicen. Cuando fue el fraude electoral, puedo prometerles que lloré. La frase que Mandoki citó de Poniatowska, es real... Así te sientes cuando roban tu esperanza, pero nada se compara a la indiferencia y la poca calidad intelectual de la gente, que hoy tiene en sus manos el elegir un presidente.

A mis 20 años, oigo llover, hora tras hora, escuchando las palabras banales de personas a quienes no les importa leer, informarse, y que encima de todo, se jactan de ello.

Syao:

No sé como decirlo...Hoy me sentí... abrumada ._. Quizás sea muy tonto lo que te diré, o quizás ya te lo hayan dicho, de igual manera, no podré estar tranquila si no te lo digo.

Evidentemente, soy tu fansss (?), sé qeu tienes montones de fans, sin embargo, me he dado cuenta de que somos unos egoistas malagradecidos (?). Nunca nos preocupamos en si estás muy bien, seguimos retomando el pasado y cuestionandolo; nunca nos fijamos en el buen trabajo y las mejoras que tienes, vemos de manera superficial y, otra vez, queremos ver lo mismo. Es como si no te dejaramos progresar.

Sin embargo, no lo tomes a mal, es que para nosotros, eres un ídolo, alguien que hace lo que quiere sin temor a la crítica o al error, y creo que eso es muy sabio, y en ocasiones, a muchos se nos olvida.

No creo que lo hayas malinterpretado, eres una persona lista, con talento y con mucha fuerza, pero, aún así, estoy segura que hay un punto en el que dices "¡basta!".

ASDASDASDASD ._. siento que te voya fastidiar con tanto comentario que debes soportar, porque...Bueno, no es que no piense en lo bien que haces las cosas, simplemente, a veces, nuestra primer reacción no es la que debería, aun cuando en el fondo quieres dar una gran crítica constructiva. Perdona si en algún momento te he hecho sentir stalkkeada o incómoda. o es mi intención.

No te conozco, pero te quiero.

Obssession

¿Qué es esta locura que me hace mirarte a lo lejos? No puedo sacarte de mi memoria ni un segundo, aún cuando no te he visto nunca. Pude mirar tus ojitos en una fotografía y ya los echo de menos. Tu boquita sonrosada que me tienta, ¿cuándo podrá ser mia?

Y pasan los días, y pasan las horas, yo sigo aquí, lejos de tí. Ansío poder verte, encontrarte en algún lugar, pero a la vez, me aterra la idea. Esta enfermedad que me estás causando puede ser tu perdición. ¿Qué harás cuando te encuentre y te lleve conmigo? ¿Seguirás sonriendo o habré marchitado tu belleza?

Mucho tiempo sentí calarme los huesos el dolor de la ausencia de alguien, la indiferencia de aquel, pero tú, mi ángel, me estás obsesionando. Quiero tenerte, poseerte & monopolizarte. No te compartiría nunca más. A veces, incluso, imagino como es tu estampa al despertar, tu cabello golpeado por el viento al caminar, su color y su olor, cómo actuas frente a los demás. Quiero verte vivir, ser libre, no quiero sólo conocer de tí la estática imagen que tengo y que día con día miro.

Que Dios te proteja: Camino hacia tu casa.

Paparazzi

-Sonríe, Yura.- Murmuró entre sonrisas.

El flash lo sacó de sus pensamientos. No sabía cuanto tiempo había pasado desde que el sótano de Hiwatari se había convertido en una mazmorra para él; cuanto tiempo había comido sólo sobras. Era el monstruo que habitaba la mansión de Kai.

¿Era de verdad él el monstruo? Cada día soportaba la mirada carmín rasgarlo y sentía las heridas nacer en su cuerpo. No había un día de perdón por parte de la cegadora luz de la cámara que volvía algo perpetuoo de su dolor y su humillación.

-Estás siendo desobediente.- Gruñó dejando la cámara sobre una pequeña mesa. Tomó el cigarrillo que casi se consumia en sus labios y avanzó lentamente al pelirrojo. -¡Sonríe!

Sólo se escuchó el apagarse del cigarro en la piel nívea. Ni siquiera se quejaba ya. ¿Debería huir? No. Era ya parte de su vida. ¿Qué haría sin ese amor hiriente que sentía para con el otro ruso? Bajó la mirada con una sonrisa forzada. El soplido de la vela al apagarse dejó todo en oscuridad, exactamente como su mente, cada vez que escuchaba los pasos del otro acercarse al que creía era su hogar.

Cain

Sopla el viento: No siento frío.

Sentada frente al televisor sonrío y la avena, incluso, parece dulce. Mi mente no parece más que recordarte y, en esa imagen, mentiras y traición.

¿Mentiras? No, lo siento. Ese es ahora mi trabajo. Ellas crecen en forma de palabras, y trepan, enredándote, como hiedra: ponzoñosa y una vez que te ha herido, si no se retira, seguirá calando, destrozando tu semblante.

Si el intruso no pretende alejarse, yo me acercaré, y en este estado, lo eliminaré. Igual que las flores, es fácil de ser arrancada y pisoteada. ¿Es ese el dulce aroma de tu flor? Pregúntome si es más hermoso el débil clavel que la inquebrantable drosera; si los suaves pétalos perfumados se equiparan a la seductora escencia mortal de dulce que atrapa a su víctima.

Mala suerte: Tú eres la víctima y la miel te atraerá. De un golpe, caerás en el abismo de la soledad que antes confeccionste para tu, ahora, cazador.

Morirás. Entonces, mi ciclo estará completo.

Una cucharada de avena, dulce como el vaticinio de tus heridas. Ansió verte miserable.

Dolor agudo que atraviesa mi vientre. ¿Es acaso la estocada final de mi mentira acuchillándome? Comienza fluir: es la sangre que estoy dispuesta a derramar. Para terminar, una sonrisa.

Sopla el viento: No siento frío. Las negras alas de mentiras conjuntas me abrazan, esas que algún día lanzrán sus plumas y te vencerán.