lunes, julio 15, 2013

Jueves~~

Lo miró. Varias veces le había dejado en claro lo sublimes que sus emociones eran; él no quiso creerlo. Le dio la espalda una vez más esa tarde, cuando ella trató de hablar pero las palabras no surgieron. Probablemente, el hastío lo había obligado a irse, a escapar de ahí. 

¿Qué podía hacer? Él aún no quería creer que esa era la realidad de su pequeño mundo. Sonrió. Quizás, tras ese incidente, nada sería igual; quizás estaba predestinado que nunca hubiesen charlado. ¿Qué era lo que impedía que ambos hablaran de eso? ¿Era culpa de ella? ¿Era culpa de su desaliño o de su torpeza? Se miró en un cristal cercano. Sin duda era eso. Era fea.

Quizás, algún día, podría aceptar que era su destino vivir sola. No soportaba ver su cabello trigueño retozando en comprimidos rizos, eran ridículos ante sus ojos aceitunados, apenas delineados y con un poco de rímel. ¿Era acaso culpa de su delgado y pequeño cuerpo de apenas 1.60? Sus piernas bien torneadas la ha
cían lucir un poco más alta, pues su pequeño talle y sus redondos pechos la hacían lucir tan mujer. ¿Eran sus labios rellenos y sonrosados? Todo eso era lo culpable. Lo odiaba. Era tan fea.

Sin duda era fea.

Sollozó un par de veces, rompiendo su sonrisa, y se sentó en la más cercana banca de mármol que había en el parque. ¿Cómo soportar perder a todo aquel ser que amaba por ese cuerpo tan despreciable?

Siempre que eso pasaba, permanecía hipando sola, abrazando sus piernas, encerrada en su propio mundo, de donde jamás debió s
alir.

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